La piel invisible (Relato de una agonía oculta)
Hoy volvió a llover y eche de menos la mortalidad, fui directo a la habitación y cogí el cofre, solo tengo que abrirlo un poco para volver a sentir, para que la temperatura de mi cuerpo vuelva a ser normal, para recordar que soy capaz de amar. En estas ocasiones que quiero recordar viejas heridas abro mas de lo debido el cofre y el efecto puede llegar a durar semanas ¿que extraños son los humanos? No creo que consiga entenderlos nunca del todo.
Me voy a hacia la ventana y con esta nueva alma mortal trepo a la azotea dejándome empapar por la melancolía del día,las estrellas se apilan contra mi pecho, hoy se a donde van las cosas que alguna vez sentimos y a donde irán las que rondan mi cabeza. Recuerdo la primera vez que me enamore, la primera vez que mi corazón fue roto, la primera vez que caí congelado por la noche y al amanecer simplemente desperté junto al cofre, pudiera compararme a veces con un espectador de teatro me encanta imaginar las escenas, recitar mis propios diálogos ya aprendidos, me gusta decir la silaba adecuada en el momento justo y observar la reacción que provoca en cada ser.
Quisiera ser muchas cosas, quisiera ser yo queriendo o yo solo, me gustaría ser yo feliz y yo triste, en ocasiones desearía ser yo sintiéndome vacío o ser yo expresando lo que de verdad pasa por mi cabeza, vine a representar un papel y lo cumplo a raja tabla se lo que vendrá y en ocasiones es tan difícil intentar no querer acelerar las cosas, si me callara la radiación hubiera tardado mas, la tinta nunca se hubiera volcado, ellos no habrían cobrado vida y yo solo contemplaría la lluvia en una montaña lejana. Mi hermano siempre me lo dice, siempre me lo susurra al oído la búsqueda incesante que haces algún día dará su fruto, cuanto mas alta pongo la pared mas difícil es que el alma la salte y se que así mas seguro me encontrare pero ellos solo verán el espejo empañado por el vaho, solo somos un espectador en esta comedia sin empezar.
Hace varios siglos vi morir parte de mi alma al meterme en un incendio desde entonces las iglesias siguen cerradas para mi ¿es la moral o la culpa lo que impide que entre? pero posiblemente no me den el refugio que busco, lo que busco es lo igual, aquello que esta a mi mismo nivel, alguien que me pueda mirar a los ojos, cogerme de la mano y decirme que puedo estar en silencio por que no volveré a sentirme solo, no volveré a ser un espectador ya que por fin mi obra será comprendida.
vaya, vaya, esta entrada desborda creatividad.
ResponderEliminarEl personaje (primera persona) habla de sus pequeñas muertes, cierto? Sabe bien todo lo que le gustaría abarcar en sí... pero... es lo mismo lo que lo que quiere alcanzar? ¿La misma paz y armonía que él podría imaginar?
Posiblemente se acerque demasiado... en otras lluvias, quizá, menos torrenciales.
:)
QUE BIEN ESCRIBES MR BACARDI BREEZER
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