Bienvenido a la republica independiente de la métrica...

Empiezo a entender la métrica que me rodea, es según la RAE:

Métrica.

(Del Lat. [Ars] metrĭca, y este del gr. μετρική [τέχνη]).

1. f. Arte que trata de la medida o estructura de los versos, de sus clases y de las distintas combinaciones que con ellos pueden formarse

Pero para mi la métrica es algo que lo rodea todo, es la estructura de cada gesto emocional que tiene el ser humano el como nos encerramos dentro de unos arquetipos, unas líneas o unas medidas para dar libre expresión a nuestro ser, libertad dentro de unas pautas, unas pautas que los medios de comunicación parecen haber olvidado, aunque de ello no voy a hablar porque en general el que lea este blog sabrá que es preferible huir de eso y que es un tema muy manido y fácil de adulterar.

Sigo con lo dicho, somos unos entes métricos abusadores de la metáfora y complacientes en el uso de onomatopeyas que se divierten viendo como en la vida cotidiana se acentúa el uso de la sinestesia y el polisíndeton. ¿Deberían los psicólogos aprender métrica? Sí, les seria útil así harían poesía en su consulta y harían pensar a los pacientes que tienen enfermedades estomacales en vez de trastornos personales; “usted lo que tiene es un grabe Quiasmo” o “Lo siento pero su marido ha vuelto a recaer en el Epíteto”

Pues quiero hoy ir un paso mas allá del ser humano y las medidas, os invito a crear vuestra propia medida de la vida, utilizar vuestra métrica, así como Manrique invento las manriqueñas o Cervantes se fue con su cabo roto, crear libertad en vuestro espacio y un espacio para vuestra libertad, para esto viene a pego la frase “Cuatro paredes hacen un hogar”, los presos en las cárceles lo saben bien no hay mejor libertad que la de la propia conciencia humana y mas cuando no puedes moverte pero de buena gracia hoy en día tenemos estos medios de comunicación y podemos quejarnos de que Japón, Libia y mil problemas mas hayan pasado a un segundo plano porque el Madrid a ganado, han decidido meter queso derretido dentro de los tranchetes de queso de toda la vida y ahora Ikea ha creado una republica independiente en cada hogar.

Me despido pensando que pronto tendré que dormir y podré intentar soñar con un mundo en el que se lucha de verdad por sobrevivir día a día, lo material ha perdido su valor y lo relativo al pensamiento es impagable.