No pises las sombras.
No me preguntes como , pero tu fuego a terminado jugando por aquí. El olor a vainilla , el olor a rosal, el olor a soñar...!Como inundan mi alma¡!Como desbordan mi infinita sed¡ Siempre que escribo voy andando, siempre que sueño... intento, mujer, que no sea a tu lado. Vamos a atraparnos entre cojines, juguemos a ser normales , miremos a los dioses por aquellas ventanas que imaginaste. Tienes en el pecho un agarrotamiento , una herida y pequeñas, ácidas, gotas de deseo. Joven que no sabes donde posar tus pies, miras con desdén a la humanidad y solo añoras ser reflejo de ella. Vuela, vuela bajo y despacito hasta mi ventana. Busquemos en silencio, a pies puntillas, joven zarrapastrosa de pijama deshilachado. ¿Donde están? ¿Donde están?... siempre buscas sentir lo que los demás, y no caes en que vivir en el borde de un acantilado ya es un sentimiento, es un poema, es una rosa que aun estando marchita frutos da. Que bellos son los abismos, que aterradora es la oscu